CIENCIA Y PRÁCTICA DE LA IRIDOLOGÍA
LO
FUNDAMENTAL ES TRATAR LA CAUSA DE LA “ENFERMEDAD” Y NO SIMPLEMENTE EL SÍNTOMA
LAS ACCIONES REFLEJAS DEL CUERPO
El estudio de las acciones reflejas
del cuerpo nos muestra que el asiento (causa u origen) de una enfermedad
puede estar en un sitio diferente de donde se manifiesta, o bien donde se perciben
los síntomas.
El joven médico tradicional que basa su diagnóstico apoyándose exclusivamente en
los “síntomas” para resolver las “molestias” de su paciente, ignorando la
“causa” del problema, está francamente en desventaja.
Muchos textos de medicina
enseñan como diagnosticar las enfermedades según los síntomas, pero muy pocos nos dicen como descubrir las causas que originan dichos síntomas.
Para obtener buenos resultados en el tratamiento de los diferentes desequilibrios de salud (enfermedades o patologías
diversas) se deberá primero descubrir cuál es la causa o causas del trastorno,
desequilibrio o enfermedad que aqueja al enfermo y solo entonces se podrá llevar a cabo un correcto tratamiento.
TRATAMIENTO
DE LOS SÍNTOMAS Y NO DE LA CAUSA
Recientemente recibí la llamada
telefónica de un padre desesperado por la enfermedad de su hija, quien padece
de una severa acidosis metabólica insuficientemente eliminada por su débil
organismo.
El médico que la trató simplemente consideró los síntomas prescribiéndole antibióticos y cremas. La niña “mejoró”
aparentemente por unos pocos días. Pero después recrudeció la enfermedad con
una manifestación más severa de los síntomas.
¿Qué había sucedido? Solo se habían tratado los síntomas y no la causa, pues los antibióticos solo habían suprimido la reacción defensiva y purificadora del cuerpo de liberar sustancias morbosas de su interior hacia el exterior
vía cutánea. (Recordemos que la piel es un tercer riñón y tercer
pulmón).
Este caso es solo un ejemplo de los muchos tipos de supresiones de la energía vital liberadora del cuerpo, que se practican a diario.
SUPRIMIENDO
LOS SÍNTOMAS SOLO CRONIFICAMOS LA ENFERMEDAD
Deafortunadamente la práctica médica actual está
llena de casos de supresión de síntomas
causando solo mayores males en sus pacientes al cronificar la enfermedad.
Por ejemplo, si se suprime un resfrío tratando solamente los síntomas, el resfrío derivará en una bronquitis. De igual manera, si se suprimen los síntomas de
la bronquitis, el enfermo se verá afectado por un
principio de asma; si se insiste en la misma práctica, el asma derivará en una neumonía, y si trata solamente los síntomas de la neumonía y no
la causa, ésta derivará en una bronconeumonía y luego, quizás, en algo fatal.
Esta es una de las razones por la cual las enfermedades se vuelven crónicas.
LO PRINCIPAL
DEL DIAGNÓSTICO: DESCUBRIR LA CAUSA DEL PROBLEMA
Lo más importante que debemos considerar e identificar antes de llevar a cabo un tratamiento, son las causas primeras.
A través de la Iridología se pueden descubrir las causas primarias mucho antes de que se desarrollen los síntomas.
Es sabido en
Iridología que cuando se ha desarrollado un trastorno en alguna parte del
cuerpo, otras partes van a ser afectadas en forma refleja. Esto significa que
el trastorno del que está consciente la persona enferma puede estar lejos del
asiento o raíz del verdadero mal.
En el lugar donde el paciente siente los
síntomas puede haber hipoactividad, irritación, depósitos tóxicos, etc. pero no yacer ahí la raíz del problema.
Allí solo se está presentando el síntoma.
LAS
MANIFESTACIONES REFLEJAS DE DESORDENES DE ALGÚN ÓRGANO VITAL
La fuente más demostrable de tales
estados de enfermedades reflejas es el tracto intestinal. Como prueba de ello,
en el iris podemos ver, por ejemplo, como una estasis tóxica en el colon puede
resultar en irritaciones en regiones lejanas del organismo.
DESARROLLO
QUÍSTICO CUYA CAUSA ESTÁ EN EL COLON
Por ejemplo, un quiste que se puede
desarrollar en el cuello, la causa acusada en el iris pudiera estar en cierta
área del colon. Si la persona afectada por este quiste consulta a un médico tradicional que no entendiera el procedimiento eliminatorio del
organismo, lo tratará como una enfermedad y reprimirá dicho proceso. En este
caso, el quiste en el cuello, evidentemente es un proceso eliminatorio del
organismo.
EJEMPLOS DE
ENFERMEDADES REFLEJAS
En uno de sus libros, el Dr. Bernard Jensen, famoso iridólogo norteamericano, discípulo del Dr. Lindlahr, relata el caso de una dama que tenía su cuello torcido, quien había sido tratada por especialistas de cuello sin experimentar alivio alguno. El análisis del iris reveló un foco de infección debajo de la región esplénica, el cual estaba putrefacto y formando gases.
Al tocar el Dr. Jensen el área, la paciente
exclamó: “No me toque ahí, pues me ha
estado doliendo mucho desde hace meses”.
Al ser consultada acerca de su
digestión, la Sra. refirió que no había tenido evacuaciones intestinales
por siete días.
Se le aplicó una serie de enemas, en los cuales expulsó una
gran cantidad de materia putrefacta.
Al cabo de algunas horas habían
desaparecido completamente los síntomas del cuello.
Este sorprendente resultado fue
debido a que fue tratada directamente la causa, obviando los síntomas.
Estudió profundamente las
áreas reflejas como las externas del iris, y las causas, de muchos síntomas que
se presentan en el cuerpo. En uno de estos estudios menciona el caso de dos
hombres que tenían cáncer en la garganta. Uno de ellos estaba en un estado muy
grave de postración, no podía tragar y había perdido alrededor de 27 kilos. No
había podido usar su voz desde hacía nueve meses y no podía caminar. El
veredicto del médico que lo estaba tratando era que no tenía más de unos tres o
cuatro días de vida.
En el examen
iridológico, el iris indicó un estado muy crónico en el área intestinal opuesta
al área de la garganta.
El tratamiento del Dr. Jensen en este delicado caso fue de
limpiar el tracto intestinal, mejorar las funciones del hígado y del riñón, y abrir todos los conductos de eliminación o emuntorios.
No tocó su garganta.
En una semana el enfermo pudo dejar
la cama y sentarse, su vitalidad aumentó y sus fuerzas estaban en franca
recuperación.
Al tercer mes de tratamiento estaba comiendo y digiriendo bien
sus alimentos. En cinco meses su paciente pudo regresar a su trabajo.
La
recuperación del enfermo había sido posible por la correcta interpretación del síntoma reflejo, pues se había
tratado la causa y no simplemente el síntoma externo.
NADA FUE
TRATADO EXCEPTO LA CONDICIÓN LOCAL
El otro paciente con cáncer en la
garganta tenía una historia clínica diferente, pues había sido operado, después
de lo cual pudo respirar mucho mejor. Pero la causa de su mal no había sido
“extirpada” (tratada). Nunca había recibido una instrucción de vida saludable,
de modo que continuó fumando y desarrollando otros malos hábitos de vida.
Al cabo de dos meses estaba de
regreso en el hospital con ascitis (hidropesía abdominal) hepatomegalia (crecimiento hepático), gases, distensión intestinal y
todavía estaba estreñido. Nada había sido tratado excepto la condición local.
Dos meses más tarde su organismo no pudo soportar dichas condiciones y murió.
En este caso también el iris indicaba una
relación entre el estado canceroso de la garganta y el intestino tóxico.
En mi experiencia personal, tratando
la causa de los problemas de salud de mis pacientes y no solamente los síntomas, se han podido revertir muchas condiciones difíciles de pacientes ahora liberados y satisfechos.
El dicho favorito del
Dr. Henry Lindlahr era: “El iris nos dicta la receta”.
¡Cuán cierto es eso!
El Dr. Lindlhar fue el autor de uno de los textos fundamentales más destacados de la naturopatía norteamericana: "Cura natural" donde incluye tópicos acerca de supresión de enfermedades versus eliminación, hidroterapia, y la importancia del aire fresco y de los baños de sol.
Lindlahr se inició en la medicina después de haber sido curado de su enfermedad por Sebastián Kneipp, en Europa.
Se graduó de médico en la Universidad Nacional de Medicina, en Illinois.
En 1912 comenzó su práctica médica en Chicago. Fundó en 1914 el Lindlhar Sanitarium en Helmhurst, Illinois.
Es al Dr. Jensen, a quien le debemos este extraordinario aporte de las enfermedades reflejas, quien fue discípulo de este también notable y famoso médico norteamericano, Dr. Lindlahr, quien enseñó a no suprimir la fuerza vital que emana del enfermo en su camino al retorno de la salud.
Lindlahr se inició en la medicina después de haber sido curado de su enfermedad por Sebastián Kneipp, en Europa.
Se graduó de médico en la Universidad Nacional de Medicina, en Illinois.
En 1912 comenzó su práctica médica en Chicago. Fundó en 1914 el Lindlhar Sanitarium en Helmhurst, Illinois.
Es al Dr. Jensen, a quien le debemos este extraordinario aporte de las enfermedades reflejas, quien fue discípulo de este también notable y famoso médico norteamericano, Dr. Lindlahr, quien enseñó a no suprimir la fuerza vital que emana del enfermo en su camino al retorno de la salud.
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