FIBROMAS
Los fibromas en los senos son pequeños tumores benignos que hacen
pequeños bultos por lo general no dolorosos. Se conocen también como enfermedad fibroquística mamaria o displasia mamaria.
Los fibromas
ováricos o miomas son tumores
benignos no cancerosos en la zona ovárica.
Los fibromas uterinos también son conocidos como miomas,
leiomiomas, leiomiomatas y fibromiomas) son tumores benignos (no cancerosos)
que crecen dentro del tejido muscular del útero. Un 20% a 50% de mujeres en
edad fértil tienen fibromas uterinos.
Los fibromas
se pueden desarrollar como masas individuales o en racimos (o grupos). Pueden
variar en tamaño, desde pequeños como una semilla de manzana hasta más grande
que un pomelo.
La medicina tradicional no da explicación ni causa a la aparición de fibromas.
¿PERO… CÓMO SE
ORIGINAN LOS FIBROMAS?
Alfred Pischinger (1899
– 1982) médico, histólogo y embriólogo austriaco, padre de la histoquímica y creador del concepto de sistema básico o tercer sistema nos dio las pautas para
entender como se originan los fibromas
y diversas “enfermedades” cuando la célula pierde
su función específica.
Entender el
«Sistema Básico de Pischinger» nos aclara el origen y como tratar estas diferentes
enfermedades e inclusive el cáncer.
EL SISTEMA BÁSICO DE PISCHINGER ESTÁ FORMADO POR:
El
pulmón, el hígado, los riñones, el sistema vascular arterial, el sistema
venoso, el sistema intersticial, la piel y la célula.
El pulmón, el hígado y los riñones, son
potentísimos filtros.
En conjunto filtran diariamente alrededor de 7.200 litros de sangre, limpiándola de los residuos metabólicos de las células o “excretas” producto de la respiración celular.
En conjunto filtran diariamente alrededor de 7.200 litros de sangre, limpiándola de los residuos metabólicos de las células o “excretas” producto de la respiración celular.
Constantemente la sangre arterial
transporta nutrientes de la vena intestinal al líquido extracelular que
rodea a la célula, proveyendo oxígeno, glucosa, ácidos grasos, proteínas,
aminoácidos y minerales.
La degradación de estos nutrientes en el proceso de la nutrición celular, generan desechos que son vertidos al líquido extracelular o sistema básico.
La degradación de estos nutrientes en el proceso de la nutrición celular, generan desechos que son vertidos al líquido extracelular o sistema básico.
Como ejemplo, la grasa metabolizada por
la célula es desechada en forma de colesterol, las proteínas metabolizadas son
desechadas en forma de ácido úrico, etc., desechos tóxicos que una vez vertidos
al espacio extracelular, son llevados por la sangre al sistema linfático y
venoso y eliminándose por medio del pulmón (como dióxido de carbono) el hígado
(los transforma químicamente y expulsa al intestino), y el riñón (los filtra de
la sangre fuera del cuerpo).
La correcta función de estos filtros
naturales mantiene nuestro organismo limpio. El problema surge cuando estos
filtros se obstruyen y dejan de eliminar de manera eficiente los residuos
metabólicos.
Cuando esto ocurre, el organismo usa
todos sus recursos para evitar que esos ácidos invadan el torrente sanguíneo y
modifiquen su pH, pues de ser así, colapsaría el organismo en pocos minutos.
Su primera acción es retener los
tóxicos radicales ácidos libres en el espacio intersticial o sistema básico,
(entre la célula y el capilar venoso) a la espera de poder drenarlos. Si el
estancamiento de dichos tóxicos en el espacio extracelular se incrementa y
perpetúa, surgirán graves problemas para la vida y nutrición de la célula, pues
los ácidos destruirán los nutrientes y e impedirán el ingreso del oxígeno a la
célula.
Dichos ácidos, (úrico, oxálico,
carbónico, y grasos), al envolver a la célula, por ser de naturaleza cáustica
dañan la membrana y la queman. La célula, frente a un entorno ácido y
corrosivo, se paraliza colapsando su función, situación que dará lugar a
distintas disfunciones orgánicas o “enfermedades”.
El sistema básico de Pischinger nos
muestra que la disfunción orgánica comienza alrededor de la célula, agravándose
cuando ésta pierde su función específica intoxicada por un entorno ácido y
corrosivo. Sin oxígeno y nutrientes, que no consiguen traspasar la barrera
tóxica al ser descompuestos por ácidos, la célula enferma y muere.
Atacada además, por sus propios ácidos
o desechos, la célula debe decidir entre morir o defenderse para sobrevivir.
Si la célula decide morir comenzarán
a aparecer células muertas en distintos órganos, formando tejido fibroso. Los
fibromas toman un nombre especifico de acuerdo al órgano donde se formen: si
las células muertas forman tejidos en las mamas,
se denominará fibroma mamario, si las células muertas se presentan
en el útero, fibroma uterino, si es la próstata, fibrosis
prostática; si mueren las células del cerebro o de su base, estaremos
frente a un “Alzheimer o Parkinson” respectivamente.
ALIMENTOS
BENEFICIOSOS
Aceite de linaza
Aguaje (Mauritia
flexuosa) es una fruta exótica de la selva amazónica. Es de sabor
agridulce, rica en fitoestrógenos, vitaminas y minerales. Se puede conseguir en
cápsulas.
Betarraga
Maca
Porotos negros
Quínoa
Soya orgánica
Son alimentos beneficiosos en la profilaxis y tratamiento
de quistes y fibromas.
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jaimepachecocabeza.wix.com/naturamedicatrix
LA MEJOR CURA ES LA PREVENCIÓN
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