La acidificación de nuestro organismo

Lea detenidamente el siguiente listado e identifique cual o cuales problemas lo identifican a Ud.

¿Suspira con frecuencia? ¿Sufre de ansiedad o insomnio? ¿Sufre de retención de líquido, dolor muscular o de cabeza? ¿Ha tenido ataques de pánico, o depresión? ¿Sufre de cansancio, fatiga ocular o migrañas? ¿Padece de artritis reumatoide o presión arterial anormalmente baja? ¿Presenta en ocasiones fecas duras, secas y de mal olor, estreñimiento y/o ardor en el ano, en la boca o debajo de la lengua? ¿Tiene dificultad para tragar, dientes sensibles a frutas ácidas, sensibles al vinagre?… ¿sufre Ud. de alergias alimentarias?, ¿congestión nasal crónica?, ¿diarreas?, ¿dificultad para levantarse en la mañana?, ¿falta de deseo sexual?, ¿lengua sucia o saburral...manos y pies fríos...mareos, orina fuerte...acidez o acné?…

Si Ud. se ha identificado con más de cinco, es muy probable que esté padeciendo de acidosis, o un proceso de acidificación de su organismo. La extensa lista que Ud. leyó obedece solamente a las distintas manifestaciones que toma este desequilibrio en su progresión. 

¿QUÉ ES LA ACIDOSIS?

La acidosis es un desequilibrio químico del organismo que, al perder su reserva alcalina, se vuelve demasiado ácido. Estas toxinas ácidas, a medida que invaden el espacio extracelular o matriz celular (donde las células “flotan” y se “alimentan” y que además es el sistema tampón más importante del organismo) afectan los electrolitos y su vital función reguladora del equilibrio orgánico, que dará lugar a la acidificación tisular, y a su vez a la aparición de múltiples alteraciones orgánicas: estado psíquico, cabeza, boca, estómago, intestinos, riñones, vesícula, vías respiratorias, piel, uñas, músculos, sistema óseo y articular, sistema circulatorio, glándulas endocrinas, órganos genitales, sistema nervioso, etc.

Cuando el pH se acidifica hay deficiencia de oxígeno en la matriz extracelular y en las células, lo cual permite que se creen microformas anaeróbicas dañinas, formaciones de gérmenes, hongos y virus.

¿CUALES SON LAS CAUSAS DE LA ACIDOSIS?

Entre las causas están malnutrición, dieta inadecuada, obesidad, diabetes, trastornos hepáticos, renales y/o de las glándulas suprarrenales, ira, úlceras, estrés, temor y anorexia.

Además, la falta de elementos tales como vitaminas y minerales produce acumulación de toxinas ácidas sobre la matriz.

EL DESEQUILIBRIO ÁCIDO BÁSICO DE NUESTRO CUERPO

Nuestro organismo no funciona eficientemente sin un equilibrio ácido – base adecuado. Este equilibrio se expresa químicamente como pH,  el cual en condiciones normales es ligeramente alcalino, pues tiene mayor cantidad de elementos no ácidos (álcalis).

Dicho equilibrio se mantiene estable a través de mecanismos normales de regulación y del tipo de comidas que ingerimos. 

En su mantención participan múltiples órganos que mantienen constantes una serie de balances como el pH, el equilibrio eléctrico, el equilibrio osmótico y la volemia, todos estrechamente relacionados. El equilibrio ácido – base requiere la integración de tres sistemas orgánicos: el hígado, los pulmones y los riñones. El hígado metaboliza las proteínas produciendo iones hidrógeno (H’) el pulmón elimina el dióxido de carbono (CO2) y el riñón genera nuevo bicarbonato (H2CO3). Los riñones y los pulmones deben controlar que las entradas sean iguales a las salidas, manteniendo de este modo un pH constante. 

Cuando nuestro cuerpo está equilibrado o normal, puede soportar un exceso de ácidos o álcalis, pero cuando los mecanismos de regulación claudican se produce el desequilibrio del medio interno, condición muy delicada, que afecta las reacciones enzimáticas y químicas de nuestro organismo que solo funcionan con un pH determinado. Un pequeño cambio repercute negativamente en las funciones orgánicas, pues los distintos tejidos, glándulas y órganos funcionan con distintos niveles de acidez y alcalinidad. El desequilibrio ácido – básico, al modificar la bioquímica de nuestro organismo, altera además la actividad microbiana normal. Los microorganismos en un medio equilibrado bioquímicamente coexisten en perfecta simbiosis, no así en uno desequilibrado. Se piensa que, por cada célula, de los 60 a 100 trillones que componen los tejidos de nuestro cuerpo, existen 10 microorganismos.

Frente a esta situación se deben corregir  los factores desequilibrantes, como alimentación inadecuada, el uso de fármacos, el sedentarismo, el estrés, y otras posibles causas involucradas.

La correcta alimentación y eliminación oportuna del desecho intestinal juegan un papel muy importante, pues los alimentos que consumimos se transforman en desechos ácidos que deben ser expulsados prontamente. Si el sistema digestivo se ve alterado, modificará la química sanguínea, tornándola de ligeramente alcalina, en ácida. La sangre ácida, en su curso por el organismo, depositará las impurezas en los tejidos más débiles, irritándolos, inflamándolos, causando dolor y corrosión.

Según Rudolph Virchow, médico alemán, (prominente patólogo, nominado el siglo pasado al premio Nobel de Medicina y Fisiología), el desbalance ácido – base en nuestro cuerpo produce numerosas enfermedades. A medida que nuestro medio interno se acidifica las alteraciones son cada vez más graves, dando lugar a enfermedades crónicas, como leeremos a continuación.

SÍNTOMAS Y ALTERACIONES INICIALES ASOCIADOS CON LA ACIDOSIS DEL MEDIO INTERNO

Al comenzar el proceso de acidificación de nuestro organismo se presentan problemas tales como acidez, acné, alergias alimentarias, ansiedad, ataques de pánico, depresión premenstrual, baja energía, cansancio, cólicos menstruales y premenstruales, congestión nasal crónica, diarrea, dificultad para levantarse en la mañana, dolor muscular y de cabeza, estreñimiento, falta de deseo sexual, lengua blanca, manos y pies fríos, mareos y orina fuerte.

SINTOMAS Y ALTERACIONES INTERMEDIAS DE ACIDOSIS DEL MEDIO INTERNO

A medida que avanza la acidosis, el organismo puede ir sufriendo problemas tales como asma, caída excesiva del cabello, depresión, enfermedades de tipo bacteriano, entumecimiento, gastritis, herpes I y II, hinchazón, impotencia, infecciones urinarias e insomnio. 

SINTOMAS Y ALTERACIONES AVANZADAS DE ACIDOSIS DEL MEDIO INTERNO

Un organismo altamente ácido puede desarrollar "patologías" tales como  artritis reumática, desordenes de aprendizaje, enfermedad de Crohn, enfermedad de Hodgkin, escleroderma, esclerosis múltiple, esquizofrenia, lupus eritematoso, sarcoidosis, distintas formas de cáncer y tuberculosis.

TRATAMIENTO ACIDOSIS

Se deben corregir, (si los hubiere) los trastornos hepáticos, renales y/o de las glándulas suprarrenales, la malnutrición, la anorexia y la obesidad, adoptar una dieta alcalina, tratar correctamente la diabetes, úlceras, e implementar técnicas de control del estrés, el temor y la ira.

DIETA

Excluir los alimentos acidificantes (aquellos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro) e incorporar alimentos alcalinizantes (aquellos que contienen calcio, magnesio y potasio). La dieta debe distribuirse en un 80% de alimentos alcalinos y un 20 % de alimentos ácidos. Consumir limón, manzana, palta (aguacate) pera, piña, plátano (banana) pomelo, uva y vegetales. Tomar caldo de papa 1 a 2 veces a la semana. Evitar la sal y disminuir el consumo de alimentos cocidos.

ALIMENTOS QUE AUMENTAN LA ACIDEZ

Evitar: aceitunas, alimentos grasos, alimentos procesados, alcohol, arroz blanco, aspirina, atún enlatado, arándanos, avena, azúcar, cacao, café, cereales, cerveza, ciruelas frescas y secas, comidas preparadas, endulzantes artificiales, espárragos, fármacos, galletas, gaseosas, fruta enlatada, harinas, huevos, ketchup, leche, legumbres, lentejas, licor, maní, mariscos, mayonesa, mermelada, mostaza, pan blanco, pasta, pescado, pimienta, proteína de origen animal (res, cerdo, cordero) queso duro, soda, tabaco, té negro, vinagre, vino, vísceras.

FRUTAS CITRICAS

Consuma frutas cítricas (aumentan la alcalinidad, no la acidez).

NUTRIENTES O SUPLEMENTOS ESENCIALES

Incorpore algas (kelp), calcio, potasio, magnesio, vitamina A (no en embarazadas) y vitaminas del grupo B.  

PLANTAS MEDICINALES

Tome infusiones de corteza de saúco, escaramujo y sauce.

Aplique compresas de jengibre en el área de los riñones.

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