martes, 30 de junio de 2015



CANDIDIASIS LA NUEVA EPIDEMIA DEL SIGLO XXI





El sobrecrecimiento intestinal del hongo, por un sistema inmunológico débil asociado a una dieta alta en carbohidratos refinados y azúcar,  favorece su rápida multiplicación y distribución por todo el organismo. La  infección por cándida está vinculada con diversas enfermedades, inclusive cáncer.

¿QUÉ ES LA CÁNDIDA?

La cándida albicans es un hongo levaduriforme que vive simbióticamente en el tracto gastrointestinal. En su estado natural es una levadura no invasiva que cumple su función de degradar los azúcares. El crecimiento descontrolado de la cándida ocurre cuando la flora intestinal sufre un desequilibrio anormal. Frente a esta situación  sumado a un sistema inmunológico débil este hongo puede multiplicarse en gran medida y trasladarse por el torrente sanguíneo a diversas partes del organismo provocando infecciones fúngicas. Los lugares más afectados son la boca, ojos, oído, fosas nasales, intestinos y órganos reproductores. La cándida es capaz de generar una gran variedad de síntomas que deterioran severamente la salud.

OTROS FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESCONTROL O EXCESIVA PROLIFERACIÓN DEL HONGO:

-  Uso de antibióticos, corticoides, anticonceptivos, dietas desbalanceadas, quimio y radio terapias, alimentos procesados, conservantes artificiales y el estrés, que acidifica.

TAMBIÉN CONTRIBUYEN ALIMENTOS QUE ACIDIFICAN LA SANGRE:

-       alcohol
-       alimentos fermentables y procesados
-       café
-      carbohidratos o farináceos (trigo, papas, arroz, masas,           pasteles)
-      fructosa (manzana, uvas)
-      fruta en exceso
-      jarabe de fruta
-      miel
-      productos lácteos
-      tabaco
-      té negro
-      vinagres
-      zapallos dulces

SINTOMAS DE LA INFECCIÓN POR CÁNDIDA

La candidiasis puede comenzar simplemente como una infección por hongos, por alimentos o por contagio directo.

Si este hongo no es controlado, sigue creciendo y puede permanecer por años en los intestinos o mucosas del organismo infectado. La Cándida albicans puede llegar a traspasar las mucosas de la pared intestinal y generar grietas originando un Crohn, o un Síndrome de intestino irritable


Las fisuras permiten que esta levadura parásita pueda infectar otras zonas más profundas y delicadas, como el hígado o riñones, estómago, pulmones. Las toxinas de la cándida, denominadas micotoxinas se dispersan por el torrente sanguíneo debilitando al sistema inmunológico. El acetaldehído, una de las toxinas de la cándida, se transforma en etanol (alcohol) en el hígado, que puede provocar estados de falta de claridad mental. El test de alcohol (llevado a cabo en la rutina diaria policial) puede dar positivo, sin haber ingerido la persona absolutamente nada.

Cuando el sistema inmunológico es incapaz de controlar los efectos de las micotoxinas de la cándida, comienzan a revelarse una infinidad de síntomas y patologías, tales como:

-     Acidez
 Adormecimiento u hormigueo en la cara o extremidades
 Aftas
-    Antojos de dulces o masas
-    Cambios anímicos
-    Depresión
-    Desequilibrios mentales y emocionales que influyen en la personalidad
-    Diabetes
-    Dolor, escozor al orinar
-    Dolor abdominal y de cabeza
-    Dolores en músculos y articulaciones
-    Estreñimiento, diarrea o colitis
-    Halitosis o mal aliento
-    Hongos en los pies, manos
-    Hiperactividad
-    Hipotiroidismo
-    Impotencia o pérdida de la libido
-    Infección vaginales, vejiga y riñones
-    Inflamación de la próstata
-    Inflamación de la vagina
-    Problemas de memoria
-    Picazón en el recto, vagina o escroto
-    Placas blancas en la lengua y boca
-    Prurito severo o picazón corporal
-    Problemas en la piel: acné eccema, psoriasis
-    Urgencia urinarias
-    Sinusitis, congestión nasal, etc.,

Si el hongo infecta la vagina la inflamará, causando un intenso escozor y un flujo abundante de color blanquecino o amarillento. Si infecta la boca producirá aftas y úlceras dolorosas. Si infecta los senos nasales provocará sinusitis. Si se extiende por el cuerpo puede invadir cualquier órgano y provocar una septicemia generalizada. 



La cándida generalmente suele presentarse en casos avanzados de enfermedades graves, tales como cáncer. 



La candidiasis afecta tanto a hombres como mujeres y en ocasiones puede transmitirse por vía sexual. Es frecuente en organismos con un sistema inmune débil. Personas que toman o han tomado antibióticos por un tiempo prolongado son atacadas por la cándida, pues los antibióticos debilitan el sistema inmunológico y destruyen a las bacterias beneficiosas que mantienen a la cándida bajo control. El uso de corticoides también aumenta la probabilidad de contraer una infección por hongos.



La infección por cándida incrementa los síntomas de las alergias alimentarias y la intolerancia a sustancias medioambientales.


Los altos niveles de estrés afectan el equilibrio químico natural del cuerpo, deterioran la digestión y la absorción de vitaminas y minerales perjudicando la función celular.


Desequilibrios emocionales, mentales y depresión, son síntomas comunes con el crecimiento de la levadura y la emisión de sus micotoxinas. Las toxinas de la cándida pueden llegar al cerebro si las mucosas son ulceradas o se vuelven permeables, sobre todo cuando el hígado está sobrecargado en su función y es incapaz de depurar y limpiar la sangre eficazmente.

Según el Dr. Tulio Simoncini, oncólogo Italiano, la causa del cáncer es la cándida. El cáncer, según expresa, es la suma de la infección por el hongo y la reacción del tejido frente a dicho hongo.


TRATAMIENTO


La medicina tradicional prescribe antifúngicos y antibióticos, tales como la nistatina y el fluconazol que pueden alterar aún más el sistema inmunológico y cronificar la infección.
Es fundamental restaurar la humedad de las mucosas, la temperatura, el correcto equilibrio del pH y fortalecer el sistema inmunológico.


Los mejores resultados se han logrado con el cambio de los hábitos alimenticios por un tiempo prolongado, sumado a dietas depurativas para desintoxicar el organismo, un régimen diario de probióticos y el descanso adecuado.


Por lo complejo de la infección el tratamiento debe ser asistido y supervisado por un profesional.



ANTIFÚNGICOS EN BASE A HIERBAS NATURALES


Ácidos grasos saturados (ácido undecilénico y caprílico) Fuentes naturales de ácido caprílico son el aceite de palma y de coco y el ácido undecilénico se extrae del aceite de ricino.

Ácido caprílico 

Berberina (Berberis vulgaris) y Sello de oro. La berberina inhibe la producción de la enzima lipasa que la Cándida utiliza para su colonización.

El orégano (Orégano vulgaris) es muy efectivo contra los hongos. El carvacrol, constituyente fenólico del aceite de orégano, inhibe la Cándida aún más que el ácido caprílico.
Por su potencia se debe usar solo unas pocas gotas del aceite en un vaso de agua.

El ajo (Allium sativum) contiene azufre, un potente antihongo. El ajo es tan eficaz como la NISTATINA para erradicar a la Cándida.


TANINOS VEGETALES

El nogal negro tiene un alto contenido de taninos y es eficaz para tratar la cándida, parásitos y gusanos.



PROBIÓTICOS

Son esenciales ´para repoblar las bacterias beneficiosas intestinales que controlan a las levaduras.




Las personas infectadas por candidiasis deben evitar los lugares húmedos y mohosos, pues  empeoran los síntomas y deben excluir todos los alimentos que contengan azúcar y levaduras.


El tratamiento obligado para erradicar la cándida albicans es dejar todo alimento dulce y los carbohidratos refinados, que son el alimento preferido de la cándida. La lactosa o azúcar de la leche debe ser excluida, y los derivados lácteos. La levadura y el gluten también alimentan a la cándida y deben ser excluidos.


Las personas de mayor riesgo de contraer candidiasis son aquellas que tienen un sistema inmunológico debilitado, sea por enfermedad grave o estrés crónico, adictas a dietas altas en azúcar y carbohidratos refinados, y también aquellas con un uso prolongado de corticoides, antibióticos y anticonceptivos orales.



LA DIETA ANTICÁNDIDA

  La dieta anticándida requiere evitar:

-      alcohol
-      alimentos refinados y procesados
-      antibióticos
-      arroz blanco
-      azúcar
-      bollería
-      corticoides
-      edulcorantes artificiales
-      harinas
-      hormonas sintéticas
-      leche
-      pan blanco
-      productos lácteos
-      tallarines



Se deben consumir abundantes alimentos crudos, vegetales frescos y jugos verdes.


 Es vital mantener la dieta anticandida el tiempo necesario.




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