viernes, 26 de junio de 2015




Salud Cardiovascular



CÓMO RECUPERARSE DE UN INFARTO CARDÍACO POR MEDIO DE DIETA Y SUPLEMENTACIÓN


INTRODUCCIÓN


La prevención de las enfermedades es fundamental para evitar que estas ocurran. Un diagnóstico oportuno permite anticiparse al desarrollo de muchas patologías crónicas.
EL PODER DE LA ALIMENTACIÓN COMO MEDICINA PREVENTIVA
Al modificar la alimentación y el estilo de vida, podemos observar que, al poco tiempo, se recupera el equilibrio perdido y la salud, declarándose un crecimiento saludable en todas las células del cuerpo. La nutrición celular es un revolucionario avance médico que, aunque parezca exagerado, permitirá acabar con el infarto de miocardio, la apoplejía, la hipertensión, la insuficiencia cardíaca, los trastornos del ritmo cardíaco y otras enfermedades comunes.

Quien lidera este fundamental avance científico es el Dr. Matthias Rath, científico y médico alemán, fundador de la Medicina Celular. Linus Pauling (dos veces premio Nobel) y quien fue su tutor, un poco antes de su muerte le dijo:

"Puede que llegue el día en que se declaren guerras para evitar que estos avances científicos se den a conocer en todo el mundo. Será entonces cuando tendrás que hacer oír tu voz."


                                                               Linus Pauling

El sorprendente descubrimiento de Linus Pauling y Matthias Rath, que los animales, al producir su propia vitamina C impiden las enfermedades cardiovasculares, ha sido absolutamente callado. Millones mueren cada año sin permitirles saber cómo liberarse de enfermedades cardiovasculares que podrían haberse erradicado. ¿Cuál es la razón? Los intereses económicos de grandes farmacéuticas les hacen dar la espalda a los más de 10 mil estudios que demuestran los maravillosos beneficios de las vitaminas en múltiples patologías.

COMO SE PRODUCEN LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

Arterias y venas, como el resto de nuestro organismo están sometidas a un continuo proceso de deterioro y reparación celular. Este deterioro, en parte es originado por las deficiencias nutricionales y en parte por la acción en los tejidos de ácidos metabólicos no eliminados. Para reparar los tejidos nuestro cuerpo necesita colágeno, (sustancia reparadora), cuya producción depende de si hay suficiente cantidad de vitamina C o ascorbato en nuestro organismo. Como nuestro organismo no produce vitamina C (como es el caso de los animales) debemos incorporarlo a través de la alimentación. Desgraciadamente los procesos de manipulación, preparación y cocción de los alimentos hacen que estos pierdan gran parte de sus propiedades, situación que da lugar a deficiencias nutricionales lo cual impide al organismo realizar adecuadamente sus funciones, como fabricar colágeno, sustancia que repara el deterioro de las paredes arteriales  evitando formación de grietas. Una deficiencia prolongada de colágeno provocará hemorragias. La aparición de grietas en las arterias por falta de colágeno obliga al organismo a una solución transitoria pero peligrosa: producir lipoproteínas A (una forma de colesterol) para taponarlas, formando placas ateroescleróticas.  Si la lesión arterial perdura las placas crecen en tamaño interrumpiendo el flujo sanguíneo, situación que puede provocar arritmias, anginas de pecho, ataques cardíacos o infartos.

El colesterol lo fabrica nuestro cuerpo y es necesario para ayudar en la producción de hormonas y vitaminas D, esenciales para distribuir las vitaminas y minerales a todo nuestro cuerpo y mantener el líquido de las membranas celulares.
Hoy se entiende que el colesterol no es el principal factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares, pues el exceso se controla perfectamente con suficientes dosis de vitamina C, que lo transforman en bilis para ser excretado a través del intestino. El principal factor es la falta de colágeno para reparar la pared arterial o tejido cardiaco dañado, cuya carencia se debe a la falta de vitamina C en el organismo.

Las peligrosas estatinas para reducir el colesterol, (de millonarias ventas), bloquean la síntesis del colesterol, pero no tratan la causa, que es la debilidad de la pared arterial. Las estatinas, según el Journal of The American Medical Association, pueden producir cáncer, pérdida de memoria y alteración de la función hepática. Este mismo medio reporta que 108 mil estadounidenses mueren cada año por los efectos secundarios de medicamentos.

La hipertensión puede solucionarse aumentando la ingesta de micronutrientes y vitaminas, cuya carencia promueve el daño en las células de las paredes arteriales impidiendo que las células produzcan factores de relajación, como óxido nítrico, que elimina la tensión de las paredes de las arterias normalizándolas. Dicha carencia da lugar a contracciones y engrosamiento de las paredes arteriales causando más hipertensión. La incorporación de vitamina C y magnesio, reduce la presión de las arterias y disminuye la hipertensión. 



                                                        Placas ateromatosas


En la prevención de formación de placas ateromatosas los aminoácidos lisina, prolina y arginina, dan excelentes resultados aumentando la elasticidad de las paredes arteriales al producir óxido nítrico.

Las insuficiencias cardíacas que provocan taquicardia, disneas, fatigas y edemas, pueden  prevenirse con vitamina C, aminoácidos como lisina, prolina, carnitina, taurina, con coenzima Q10, vitaminas del grupo B, vitamina E y otros oligoelementos y nutrientes esenciales que proporcionan energía a las células cardíacas. El déficit de estos nutrientes altera la función de bombeo del corazón provocando disnea, edema y cansancio.

La diabetes, está ligada con patologías cardiovasculares, pues el exceso de azúcar en la sangre bloquea el suministro de vitamina C a las paredes de los vasos sanguíneos, provocando deterioro y engrosamiento de tejidos del aparato cardiovascular, situación que arriesga a cualquier órgano de sufrir un infarto. Según Rath cada gramo suplementario de vitamina C puede reducir 2,5 unidades de insulina. A pacientes que padecen diabetes, un tratamiento específico con hipoglicemiantes naturales, vitaminas C, E en dosis adecuadas, magnesio, cromo y manganeso (para reparar el páncreas) produce excelentes resultados. Siempre considerando de atender las patologías asociadas.

La ingesta periódica de  arginina, carnitina, cisteína, lisina, prolina, taurina, minerales como el magnesio, el cobre, potasio, calcio; coenzima Q10, inositol, picnogenoles (un bioflavonoide)  betacaroteno, vitaminas D, E, H (biotina) y las B son suficientes e insuperables para  tratar con éxito las diversas patologías cardiovasculares. La posología dependerá del nivel de tensión, el peso, la edad, y otras variables personales que deben ser evaluadas y tratadas por un profesional. No se automedique.

CÓMO RECUPERARSE DE UN INFARTO CARDÍACO POR MEDIO DE DIETA Y SUPLEMENTACIÓN

El infarto (muerte o descomposición) de miocardio (músculo cardiaco) se presenta cuando se interrumpe el suministro de sangre a algún área del corazón, generalmente cuando un coágulo sanguíneo bloquea una arteria coronaria estrecha. El ataque cardiaco puede ser leve o severo dependiendo del tamaño y ubicación de las áreas afectadas, lo cual siempre ocasionará un daño al corazón.

Frente a un ataque cardiaco es de vital importancia concurrir con rapidez al centro asistencial más cercano, y así prevenir daños mayores al miocardio, pues la mitad de las muertes se producen entre 3 y 4 horas después del ataque.

Factores de riesgo o condiciones que favorecen la obstrucción arterial (que se deben controlar y corregir con antelación para prevenir un infarto al miocardio) son: tabaquismo, sedentarismo, nutrición inadecuada, hipertensión arterial, resistencia a la insulina (diabetes) sobrepeso u obesidad y alteración del metabolismo de los lípidos (dislipemia). Estos últimos forman el síndrome metabólico.


RECOMENDACIONES GENERALES




Para la recuperación se debe seguir una dieta equilibrada basada en alimentos crudos y con mucha fibra. Una buena fuente de proteínas son el pescado a la plancha y el pavo o pollo sin piel. Consuma ajo, cebolla y lecitina en su dieta. La alimentación debe incluir frutos secos crudos, (excepto el maní), aceite de oliva, atún, (no enlatado) salmón y trucha, pues contienen ácidos grasos esenciales. 

Excluya la cafeína, té negro, tabaco, alcohol, chocolate, azúcar, carnes rojas, mantequilla, grasas animales, aceites hidrogenados, frituras, alimentos refinados y/o procesados, gaseosas, condimentos, y harinas blancas. 

Elimine todas las fuentes de sodio

SUSTANCIAS PROHIBIDAS:

-       Agua tratada
-       Algunas pastas dentales
-       Algunos medicamentos
-       Alimentos con conservantes
-       Alimentos preparados
-       Bebidas dietéticas
-       Bicarbonato
-       Monosodio de glutamato (MSG)
-       Sacarina
-       Verduras enlatadas

Si está tomando algún anticoagulante o aspirina limite el consumo de alimentos ricos en vitamina K:

-       Alfalfa
-       Brócoli
-       Coliflor
-       Espinaca
-       Todos los vegetales de color verde oscuro

Deben consumirse solo en muy pequeñas cantidades pues la vitamina K aumenta la tendencia de la sangre a coagularse. Por el contrario, intensifican el efecto de los anticoagulantes el germen de trigo, la vitamina E, la soja, y las semillas de girasol.

-       Beba agua de calidad
-       Manténgase delgado
-       Haga ejercicio con regularidad y moderación de acuerdo a las indicaciones médicas.
-       Evite el estrés
-       Aprenda técnicas de control emocional

INCORPORE A SU DIETA FUENTES NATURALES DE:




Coenzima Q10, pues previene la repetición de ataques cardiacos; calcio y magnesio, importantes minerales para el correcto funcionamiento del músculo cardiaco; L – carnitina, que aumenta la absorción de oxígeno y la tolerancia al estrés e incorpora ácidos grasos esenciales para prevenir el endurecimiento de las arterias; potasio, necesario para el correcto equilibrio electrolítico; taurina, para estabilizar la frecuencia cardiaca y corregir las arritmias. La vitamina C es fundamental para la síntesis de colágeno, que repara las paredes arteriales evitando que sean parchadas con “lipoproteínas A”. La niacina baja el colesterol y mejora la circulación, pero en ciertos casos está contraindicada. Finalmente para evitar enfermedades en el músculo cardiaco se debe incorporar suficiente tiamina.
Si decide tomarlos en suplementos se deben tomar en dosis adecuadas según las características propias y necesidades de cada organismo.



El descanso debe ser adecuado y también relajarse, pues la adrenalina (hormona del estrés) consume las vitaminas almacenadas en el organismo. 



Estimado lector

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-     Santiago                    Avenida Libertador Bernardo O’ Higgins 494
-     Viña del mar              Calle Valparaíso 161 oficina 7
-     Temuco                     Arturo Prat 350 oficina 618 (Edificio Nexus)                    
-     Villarrica – Pucón      Vicente Reyes 727

-     Osorno                      Calle Freire (4 cuadras de la plaza de Armas)





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