EL ESTREÑIMIENTO
El mal aliento, olor corporal,
lengua sucia o saburral, depresión, fatiga, gases, dolores de cabeza,
hemorroides, indigestión, insomnio, síndrome de mala absorción, obesidad y/o
várices están estrechamente relacionadas con el estreñimiento.
El estreñimiento se presenta cuando los excrementos se
mueven muy despacio por el intestino grueso, lo cual da por resultado
evacuaciones intestinales poco frecuentes y/o dolorosas. El estreñimiento es el
origen de muchos padecimientos distintos, entre ellos apendicitis, mal aliento, olor corporal, lengua sucia o saburral,
depresión, diverticulitis, fatiga, gases, dolores de cabeza, hemorroides,
hernia, indigestión, insomnio, síndrome de mala absorción, obesidad y várices.
Puede intervenir, incluso, en el desarrollo de enfermedades graves, como cáncer intestinal.
El contenido intestinal se debe evacuar todos los
días. Si comemos tres comidas diarias, deberíamos vaciar nuestros intestinos
dos e idealmente tres veces cada 24 horas. Si esto no es así, las toxinas
intestinales se van acumulando y el intestino las deriva a la sangre. Personas
que no eliminan el contenido intestinal en el lapso de 24 horas, forman toxinas
perjudiciales. Los antígenos y las toxinas de las bacterias intestinales y de
las partículas no digeridas de alimentos desempeñan un papel importante en el
desarrollo de algunas enfermedades, como diabetes
mellitus, meningitis, miastenia grave, enfermedades tiroideas, candidiasis,
gases y sensación de saciedad crónico, migraña, fatiga y colitis
ulcerativa.
Los residuos que permanecen en el colon favorecen la absorción de toxinas. Esto, a su vez, produce
intoxicación sistémica (envenenamiento) general. Los síntomas pueden incluir confusión mental, depresión, irritabilidad,
fatiga, irregularidades gastrointestinales, e incluso, reacciones alérgicas,
como urticaria, estornudos y tos. Muchos investigadores y expertos en
nutrición creen que este tipo de intoxicación eventualmente puede llevar a
trastornos más graves.
A través del examen del iris podemos observar la toxicidad general del organismo, el
estado de los intestinos y del colon y a que zonas del organismo el colon, (vía
permeabilidad de la pared intestinal) está derivando venenos. El iris nos
muestra además como debemos proceder para eliminar dichos venenos de nuestro
organismo.
Las causas del estreñimiento pueden ser múltiples,
como el consumo insuficiente de fibra y agua, falta de ejercicio, enfermedades
intestinales, trastornos neurógenos, dieta inadecuada, etc. también pudiera ser
un efecto secundario de los suplementos de hierro y de algunos medicamentos,
como analgésicos y antidepresivos. Se debe considerar también alteraciones
metabólicas de la tiroides, insuficiencia renal o diabetes. Pero siempre la
causa se puede determinar a través del examen iridológico y qué hacer para
corregir el problema que está produciendo dicho estreñimiento.
El uso habitual de laxantes deteriora las células
nerviosas de la pared del colon, siendo la consecuencia inevitable el
estreñimiento.
El estreñimiento por lo demás genera un “empastamiento” que es la acumulación en de las paredes del
intestino, de una capa dura de materias fecales de color negro. Este empastamiento va creando un terreno
apto para la disbiosis (toxinas intestinales que pasan del colon a la
sangre, relacionadas con cientos de enfermedades) y el parasitismo.
Millones de personas sufren de problemas
intestinales causados por parasitismo
crónico.
Bernard Jensen decía: “Detrás de cada patología crónica tenemos
involucrados problemas intestinales”.
Desintoxicar el cuerpo y rejuvenecerlo se logra
activando la eliminación de desechos y toxinas metabólicas introducidas por la
contaminación de metales pesados, pesticidas, herbicidas, solventes, residuos
de medicinas y parásitos. Algunas toxinas causan efectos negativos mínimos
mientras que otras pueden ser fatales. A medida que se acumulan toxinas en las
paredes del aparato digestivo producto de dietas ricas en alimentos refinados y
pobre en fibra, se produce una lenta evacuación intestinal y estreñimiento. Las
paredes del colon se endurecen y el conducto colónico se estrecha.
La obstrucción digestiva, la sobrecarga del hígado,
las fallas renales y la concentración de toxinas causan los siguientes
problemas de salud:
- Acné,
alergias, cambios en el metabolismo, mal aliento, hinchazón abdominal, mal olor
corporal, cáncer de colon, confusión, estreñimiento, depresión, diarrea, piel
seca, desórdenes endocrinos, disfunción de enzimas, fatiga, flatulencia,
resfríos frecuentes, hemorroides, halitosis, picazón, falla renal, pérdida de
apetito, migrañas y dolor de cabeza, cambios de humor, calambres musculares,
náuseas y vómitos, desórdenes neurológicos, deficiencias nutricionales,
obesidad, mala memoria, poca concentración, desordenes reproductivos,
sinusitis, prurito, articulaciones duras, sistema inmunológico deprimido,
desordenes hormonales, aumento de peso.
Se ha relacionado que la persona que padece
estreñimiento intestinal tiene además otro tipo de constipación en otras partes del
cuerpo, como los ojos, la vesícula biliar, el hígado, los riñones, los pulmones,
etc. pues la constipación aumenta el trabajo de otros órganos de excreción
produciendo su agotamiento.
Otros trastornos que ocurren cuando el organismo se ha
cargado de toxinas y se ha desvitalizado son la colitis, prolapsos, lombrices y
hemorroides.
En el estreñimiento está la causa de muchas de las
enfermedades actuales. Mucha gente se califica de
regular por el sólo hecho de evacuar diariamente, pero la supuesta regularidad
puede encubrir retrasos de varios días,
lo cual también significa constipación.
Un factor que brinda mucha información sobre
nuestro estado intestinal, es el aspecto de la evacuación. Las heces
normales se deben eliminar sin dificultad y deben tener: consistencia firme, sección uniforme, reducida y de estructura
continua (forma de plátano), color pardo, capacidad de flotar, ausencia de olor
y no debe ensuciar la loza del inodoro.
El gran uso de papel higiénico es un síntoma
de los problemas intestinales de la sociedad moderna.
Muchas indicaciones pueden extraerse de su
aspecto anormal: el color amarillento o verdoso indica problemas biliares; el color oscuro, alto consumo de proteína animal y estreñimiento;
la falta de forma, mucho consumo de lácteos y azúcares, heces contraídas, mucha sal, poco agua y falta de fibra; si se hunden, falta de fibra y/o mala masticación; sección abultada, excesiva dilatación del colon; color amarillento y consistencia pegajosa, dificultades en el
páncreas y por ende en los niveles de glucosa en sangre.
Los gases intestinales también
representan una señal sobre el funcionamiento intestinal. La frecuente
presencia de ventosidades, o peor aún, la habitual manifestación de este
síntoma, indica excesiva fermentación o putrefacción de los alimentos en los
intestinos, por tránsito demasiado lento y/o flora desequilibrada.
Otro indicador inequívoco de problemas intestinales es el
vientre prominente (panza). La lentificación del tránsito y la
acumulación de escorias en las paredes del colon, provoca dilatación de su
sección transversal y consiguiente presión sobre la pared abdominal y los
órganos inferiores (prolapso). Este fenómeno se ve agravado por carencias orgánicas
(sobre todo de silicio, mineral responsable de la contracción del tubo
intestinal) y también por falta de tono en la musculatura abdominal.
Las imágenes han sido tomadas de Internet. En caso de uso exclusivo favor de comunicar para excluirlas.
Se han reportado casos de intestinos gruesos reseccionados de 27 cm . de diámetro con un
peso total de 18 Kg .
Con razón…
“La dolencia más grave que aqueja a la humanidad es el atraso e insuficiencia
en las evacuaciones intestinales”.
Entre
las causas se pueden destacar la falta de ejercicio, la herencia malsana
(sangre viciada recibida de los padres) la alimentación innatural con productos
animales, masas, dulces, té, café, chocolate, etc.
La
actividad intestinal es actividad nerviosa y la energía de los nervios depende
de la pureza de la sangre.
Tóxicos
en el torrente sanguíneo envenenan todo nuestro organismo. Las toxinas
debilitan la energía nerviosa y por tanto la función digestiva.
El debilitamiento de la piel
origina y mantiene la incapacidad funcional del intestino por congestión de las
entrañas. Se considera que dos
evacuaciones diarias son necesarias, buenas y normales.
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