ALERGIAS, ENFERMEDADES DE LA PIEL Y PSORIASIS
Comúnmente se define la alergia como una reacción inadecuada
o exagerada del sistema inmunológico frente a una sustancia que generalmente no
es perjudicial. Se cree que esta reacción exagerada es porque el sistema
inmunológico interpreta erróneamente
dicha sustancia inocua por un invasor.
Entre las alergias más
comunes se destacan la congestión
nasal, tos, respiración asmática, picazón, urticaria, sarpullidos, dolor de
cabeza, etc.
Entre los alérgenos más
comunes asociados con alergia se destacan el polvo, el polen,
plumas, algunos metales, cosméticos,
pelo de animal, venenos de insectos, ciertos medicamentos, (penicilinas,
aspirina, y otros) productos químicos de
jabones y otros.
El
moho también es capaz de provocar una fuerte reacción alérgica.
También encontramos
alérgenos en alimentos tales como
lácteos, chocolate, huevos, fresas trigo y
mariscos.
Parásitos en peces
Según la Dra.
Clark, la mayoría de las alergias son provocadas por parásitos y la acumulación de tóxicos y
metales pesados en el cuerpo, dado que el hígado ha perdido su capacidad
desintoxicante.
Las alergias también pueden ser provocadas por el hongo Cándida Albicans.
Normalmente se
suelen encontrar los parásitos Clonorchis
Sinensis y Fasciola Hepática en
el hígado de personas con alergia.
El áscari
también es muy frecuente, sobre todo en personas que padecen de asma o de eccema.
La Salmonella suele estar presente en el
intestino de las personas con alergia a
los huevos.
Paralelamente, las personas con alergia al gluten suelen albergar hongos y el parásito Eurytrema
Pancreaticum en el páncreas.
No es de extrañar entonces
que, en un organismo tan “invadido” y sobrecargado en sus órganos y sistemas
por las toxinas y desechos de estos microorganismos patógenos, sumados a los
propios desechos celulares del propio organismo, su órgano- piel, órgano excretor de
los mismos, se vea sobrecargado en su función eliminadora de toxinas internas,
y se generen en ella todo tipo de manifestaciones alérgicas, “gatilladas” por los
alérgenos externos.
Candidiasis oral
La carga toxica general del sistema sumada al alérgeno
“invasor” explicaría en parte la reacción exagerada del sistema inmunológico
frente a una sustancia que generalmente no es perjudicial.
Los medicamentos comúnmente producen alergia por aumentar la carga tóxica sistémica y aumentar la congestión hepática.
- La aspirina y los
salicilatos ocupan el primer lugar
- La penicilina, las sulfas,
los esteroides, los narcóticos, anticonvulsivos, los aines (antiinflamatorios)
y los medios de contraste radiológicos.
Las principales funciones
de la piel son:
Función
de absorción (oxígeno, agua y luz), función
táctil, función termorreguladora de la temperatura corporal, función eliminadora (sudor, sebo y sustancias
morbosas) y función defensiva.
Pero
por este tan importante emuntorio (órgano de eliminación) se
debe eliminar un sin
número de toxinas (principalmente ácidos patológicos) que bajo la forma de eritema,
eczemas, herpes, forúnculos, psoriasis, etc., revelan claramente el
esfuerzo depurativo que, por su medio, hace el organismo.
Un organismo sobrecargado
de toxinas y con su hígado congestionado, manifestará inevitablemente en su
superficie, la piel, diversos “nombres” de enfermedades de la piel además de
las molestas manifestaciones alérgicas.
La piel es la membrana que
exteriormente envuelve el cuerpo, y sus funciones son eliminar materias de
desecho, absorber oxígeno, luz, calor y energías vitales de la atmósfera.
Las funciones de la piel son análogas a la
de los pulmones y riñones, siendo tan
importantes que, de su correcto
funcionamiento depende la salud de todo el organismo.
La
piel tiene millones de poros, que son pequeñas aberturas que permiten verter en la
sangre elementos vitales y también expulsar del cuerpo sustancias dañinas.
Las llamadas enfermedades
de la piel no son otra cosa que un proceso defensivo del organismo que procura
eliminar sustancias extrañas que existen en su interior.
Estas sustancias son tan
toxicas y corrosivas, que pueden destruir el tejido, produciendo erupciones,
llagas, eccemas, furúnculos, úlceras, etc. Cada erupción o alteración cutánea significa mayor o menor
impurificación interna que, lejos de sofocarse con pomadas o medicamentos
supresores, debe favorecerse activando su eliminación.
Manuel
Lezaeta decía que el hombre enferma y muere por la piel. Pero que también su
salvación está en la piel.
La acumulación de materias
extrañas en la piel, con el tiempo llega a constituir una especie de
caparazón impermeable que ahoga la
actividad funcional de los órganos internos del cuerpo humano, lo cual es la
causa de las dolencias crónicas, pues las sustancias morbosas ácidas y
corrosivas al no encontrar salida por los poros de la piel inactiva, buscan
salir por las mucosas del aparato
digestivo, bronquios, pulmones y
riñones, irritándolos y congestionándolos.
La psoriasis
Se dice que la psoriasis es una enfermedad crónica recidivante (que se
repite una y otra vez) y que afecta a personas de todas las edades. Su
característica principal son las lesiones eritematosas y escamosas, manchas de
color rojo vivo cubiertas por escamas en forma de láminas secas de color
blanquecino sobre piel rugosa y dura.
Las zonas más afectadas suelen ser las
extremidades, los codos, las rodillas, el cuero cabelludo, y las uñas (que
adoptan un color amarillo). Rara vez afecta el rostro.
Fotografía tomada de Internet. Si su uso es exclusivo se excluirá.
La medicina
tradicional desconoce su etiología o causa. Pero hemos señalado
anteriormente que la eliminación de ácidos patológicos o sustancias mórbidas a
través de la piel son eliminados bajo la forma de eritema, eczemas, herpes,
forúnculos, psoriasis, etc.,
La psoriasis no es una enfermedad contagiosa.
Los ataques pueden ser
provocados por tensión nerviosa, estrés, urticaria por alérgenos, infecciones
virales o bacterianas, drogas, alcohol, medicamentos antiinflamatorios,
medicamentos que se recetan en
enfermedades cardíacas e hipertensión arterial.
Fotografía tomada de Internet. Si su uso es exclusivo se excluirá.
La psoriasis no es común en
países donde la dieta es baja en grasas.
Se relaciona con un colon tóxico y enfermizo, y con un sistema inmunológico
debilitado.
La nutrición ortomolecular, la homeopatía y las
plantas medicinales,
son muy eficaces en el tratamiento de las alergias, las enfermedades de la piel
y la psoriasis. La iridología, como herramienta de diagnóstico, nos revelará
con precisión el tratamiento más adecuado en cada caso en particular.
LA MEJOR CURA ES LA PREVENCIÓN
Visita:
jaimepachecocabeza.wix.com/naturamedicatrix
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