PROBLEMAS CIRCULATORIOS

El aparato circulatorio está formado por el corazón, la sangre, las arterias, las venas y los capilares. Este sistema es el encargado de llevar los nutrientes que incorporamos a través de la alimentación y el oxígeno que respiramos a todas las células de nuestro cuerpo a través de la sangre.

El corazón es la bomba motora que impulsa la sangre, rica en oxígeno, (oxigenada) por medio de los pulmones, a través de las arterias y los capilares hacia las células de todo nuestro cuerpo. Tras llegar a todas las células, la sangre retorna nuevamente al corazón, a través de las venas, (retorno venoso) para oxigenarse nuevamente en los pulmones, completándose de este modo el ciclo.  

Cualquier elemento que obstruya el flujo normal de la sangre por las arterias o venas provocará una congestión circulatoria o trastorno en dicho sistema.

ARTERIOSCLEROSIS

La arteriosclerosis, cuya causa es debida a los depósitos de colesterol, grasa o sustancias de desecho de la sangre, es la causa más frecuente de obstrucción arterial. Si esta condición no es tratada a tiempo, puede provocar un infarto. Si la sangre tiene mucha densidad, se pueden formar coágulos que impedirán la circulación normal, pudiendo originar una trombosis. La mala circulación venosa provocará trastornos menos graves como celulitis, varices y hemorroides.

LA DIETA, FACTOR CLAVE

Para mantener un sistema circulatorio sano, es fundamental lo que comemos, pues la dieta tiene una estrecha relación con la buena o mala circulación sanguínea.

ENFERMEDADES ASOCIADAS A MALA CIRCULACIÓN

Existen muchas enfermedades que están relacionadas con una mala circulación sanguínea: problemas de memoria, insuficiencia cardíaca, hipotensión, hipertensión, colesterol, arteriosclerosis, vértigo, tinnitus, várices, tromboflebitis, miocarditis, edema, parestesia nocturna, hemorroides, fisura anal, celulitis, enfermedad de Méniere, glaucoma, y un largo etc.

La causa principal radica en que las paredes de las arterias se endurecen por la acumulación de depósitos grasos o placas que se adhieren en ellas, ocasionando una oclusión o estrechamiento. 

Este estrechamiento arterial es el que produce una presión arterial anormal o hipertensión debido a que la sangre ejerce una presión anormal sobre las paredes de los vasos sanguíneos

       

La presión sanguínea es la fuerza que se aplica contra las paredes de las arterias cuando el corazón bombea la sangre al cuerpo. La presión está determinada por la fuerza y cantidad de sangre bombeada y el tamaño y flexibilidad de las arterias.

Una afección circulatoria hipertensiva puede provocar con el tiempo dolores en el pecho, denominados anginas de pecho, daño en la función renal (afección renal) y en casos serios un accidente cerebrovascular y ataque cardiaco. 

INFLAMACIÓN CRÓNICA DE LOS VASOS SANGUÍNEOS

La inflamación crónica de los vasos sanguíneos de las extremidades, se denomina tromboangeítis obliterante. Esta enfermedad se da más frecuentemente en personas que tienen el hábito de fumar. Las personas que la padecen sienten un desagradable hormigueo y que los dedos de sus manos y pies parecieran quemarse. Esta condición no tratada pudiera llevar a producir posteriormente úlceras y gangrena, y en casos severos la amputación de algún miembro.

LA ENFERMEDAD DE RAYNAUD

La denominada enfermedad de Raynaud es considerada una enfermedad circulatoria grave.   

Los síntomas de esta enfermedad son constricción y espasmos de los vasos sanguíneos de la nariz, los dedos de las manos y pies, tornándose la piel de un color azul por el espasmo de los vasos sanguíneos y la falta de sangre.

VÁRICES

También son causa de problemas circulatorios las várices que surgen por la falta de elasticidad de las paredes de las venas.

ÚLCERAS VARICOSAS

Las úlceras varicosas son lesiones que afectan la piel dañada por una dermatitis secundaria a hipertensión venosa, la cual constituye la complicación principal de la insuficiencia venosa crónica. 

Son de difícil cicatrización y afectan grandemente la piel circundante. Siempre están recidivando.

La edad de riesgo de las úlceras varicosas es por lo general, después de los sesenta años.

TROMBOSIS

La trombosis se produce por la oclusión de un vaso, ya sea por arteriosclerosis o por una reacción inflamatoria de la pared vascular.

El desprendimiento de un coágulo produce una embolia cerebral si se aloja en alguna parte del árbol arterial del cerebro.

ENFERMEDADES ASOCIADAS 

Enfermedades que pueden producir estas alteraciones son: sífilis, encefalitis, meningitis, enfermedades del colágeno, tumores, fracturas de huesos largos, cirugía del corazón, presencia de aire o enfermedades infecciosas.

El 25% de las muertes son a causa de embolia cerebral, siendo más frecuente a partir de los 50 años.

HEMORRAGIA CRANEAL

Una hemorragia craneal produce destrucción de tejidos, y una trombosis, un infarto con necrosis de la parte afectada e incluso un absceso o meningitis.

Los síntomas son: mareos, náuseas, vómitos, irritabilidad, pérdida de memoria y vértigos.

Alteraciones del lenguaje y pérdida de sensibilidad en alguna extremidad son síntomas de gravedad.

La presencia de un coma indica hemorragia cerebral y suele estar asociado a convulsiones, rigidez de nuca y desviación en la mirada.

LAS CAUSAS

Entre las causas de los problemas circulatorios se deben considerar la fiebre gastrointestinal crónica que origina congestión circulatoria y pulmonar, el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios, el exceso de alimentos ácidos, el exceso de sodio o sal común, falta de vitaminas y minerales, colesterol  elevado, varices, etc.

ESTREÑIMIENTO Y TOXINAS

Las toxinas acumuladas por el estreñimiento causado por la mala combinación de los alimentos ingeridos, son absorbidas por la sangre y distribuidas por todos los órganos y tejidos corporales.  

Estas toxinas, envenenan el sistema nervioso, irritan e inflaman los diversos órganos, trastornan la normal circulación de la sangre y afectan al cerebro.

NO SE AUTOMEDIQUE

Como la mala circulación puede tener diversas causas, es fundamental no automedicarse. Se debe siempre consultar a un profesional de la salud.

Iris que muestra problemas de circulación

UN EFICAZ REPERTORIO NATURAL

En medicina natural existe un amplio y eficaz repertorio terapéutico para prevenir, tratar y corregir los trastornos de la circulación, destacándose entre ellos la alimentación correcta, la nutrición celular, la fitoterapia, la homeopatía y los agentes naturales de curación, como son las cataplasmas de barro y la hidroterapia.

La hidroterapia utiliza el agua como agente terapéutico, con el objeto de activar la circulación por la reacción de calor del cuerpo ante el agua fría.

La fangoterapia usa el barro como agente refrescante, desinflamante, cicatrizador y calmante que posee la tierra. Se usa mediante cataplasmas de barro aplicado en el vientre y en diversas zonas localizadas.

La fitoterapia es la utilización de los principios activos curadores que poseen las plantas. Hay plantas que ejercen una poderosa influencia benéfica en el sistema circulatorio normalizándolo.

El examen iridológico es imprescindible para ponderar correctamente el estado general de la salud del paciente y el grado de deficiencia circulatoria, siendo la clave orientadora del tratamiento que se va a implementar en cada caso en particular.  

Según el Dr. Lezaeta el origen de toda enfermedad está en el vientre. En sus textos explica que, la fiebre interna altera el proceso digestivo, y esto a su vez, altera la calidad de la sangre, que de alcalina en estado normal, se acidifica producto de las fermentaciones pútridas del intestino.

Cargada entonces la sangre de materias inadecuadas (fermentaciones pútridas y venenos) para formar tejidos o alimentar los procesos vitales, deposita estas sustancias tóxicas y sin vida en las partes más débiles del organismo, donde existe menor defensa, causando irritaciones, inflamaciones, dolores y hasta destrucciones.

Estas materias extrañas, además de alterar la composición de la sangre, perturban su normal circulación, haciendo menos fluido el torrente sanguíneo y formando estancamientos. De este modo la fiebre interna, común a todo enfermo, perturba la composición y circulación de la sangre lo cual origina múltiples dolencias. 

Este es el punto de partida primario para corregir los trastornos de la circulación.