domingo, 6 de septiembre de 2015




¿Qué es la Iridología?


La Iridología es una herramienta diagnóstica que permite ver los cambios internos que se van operando en los tejidos y órganos. A través de este procedimiento se puede determinar la fuerza funcional de cada órgano, comprobar la facultad reconstructiva de la sangre, que lleva en su flujo los nutrientes necesarios a las células que forman los tejidos orgánicos a fin de que éstos se reparen. Muestra la fuerza nerviosa, el poder regenerador de los tejidos y las fases de la enfermedad. En Iridología sólo existe el enfermo y no la “enfermedad” al mostrar el organismo completo de forma holística, situación que permite tomar las medidas oportunas en la prevención de “enfermedades”.



El Dr. Eduardo Alfonso, célebre médico español, doctorado en medicina en la Facultad de San Carlos en Madrid, fue presidente de la Federación Naturista Española, miembro del Consejo de Investigaciones de la Emerson University, Los Ángeles, Catedrático de Historia en la Universidad de Chile, y escritor de numerosas obras de Medicina Natural de gran vigencia en la actualidad.

En su famoso Libro Curso de Medicina Natural en 40 Lecciones, páginas 153 y 154, describiendo la anatomía del ojo y acerca del diagnóstico por el iris dice así:

DIAGNÓSTICO POR EL IRIS

“Se basa en el reconocimiento del estado de los órganos, por las señales que estos proyectan en el iris del ojo, con motivo de sus alteraciones anatómicas y funcionales. Sabido es que, el iris es el diafragma contráctil, situado en la cámara anterior del ojo, delante del cristalino, y perforado por un orificio, circular en la especie humana, que se llama la pupila. 

Este diafragma iridiano, que no es sino el segmento anterior de la coroides (membrana que, por su parte, tapiza interiormente la esclerótica) está inervado por el nervio ciliar corto del tercer par craneal o motor ocular común; y por el nervio ciliar largo del sistema nervioso simpático. 

Este hecho que pone al iris en conexión con el ganglio cervical superior del gran simpático por un lado, y por el otro lado con el ganglio oftálmico del parasimpático, nos explica como el iris está en comunicación nerviosa con todo el organismo, y la posibilidad de que lleguen a él las impresiones de todos los órganos.

Página 155.

Todos los órganos importantes del cuerpo tienen su representación correspondiente en una de las áreas del iris, conforme como lo indica la *figura 16”  (*clave iridológica donde pueden verse las zonas correspondientes a cada órgano)  




Cartografía  iris izquierdo del Dr. Bernad Jensen 


Fue Peczely quien por primera vez observó la transmisión al iris de las condiciones patológicas.

la iridología ha sido confirmada, ampliada y sistematizada por el sueco Nils Liljequist, los alemanes Thiel y Felke, los norteamericanos Lahn y Lindlahr, y otros autores, como Schlegel, Müller, Colson, Wolff, Bidaurrázaga, etc.

En el iris pueden reconocerse las predisposiciones patológicas hereditarias, los procesos agudos o crónicos, las lesiones locales, destrucciones de tejidos, mutilaciones por accidentes, o intervención quirúrgica y envenenamiento por drogas o venenos metálicos. También se reflejan en él los cambios favorables críticos, depurativos y reconstitutivos en las enfermedades que conducen a buen término.

Siendo producidas las señales patológicas del iris por transmisión nerviosa, nos explicamos como las mutilaciones quirúrgicas, hechas con anestesia, que paralizan la transmisión de la corriente néurica, no dejan señales en el iris. 

Como también ocurre en todos aquellos casos en que, por enfermedad, se halla dificultada o paralizada la función nerviosa sensitiva.

Este hecho nos confirma que las señales patológicas del iris, se realizan por un impulso nervioso, que altera la dirección de sus fibras y la disposición de sus estructuras. 

Y de este modo se producen los signos oscuros de las enfermedades crónicas o destructivas, los signos blancos de los procesos agudos, las decoloraciones o pigmentaciones de los estados tóxicos, en cuyo transporte interviene la circulación capilar iridiana, y las pérdidas de sustancia o destrucción de fibras que reflejan las deficiencias orgánicas constitucionales.

Todo reflejado en el iris del lado al cual corresponde el órgano afecto, exceptuando las lesiones cerebrales que, por el cruce de los nervios ópticos, se registran en el iris del lado opuesto.

Las zonas o áreas que en el iris corresponden a cada órgano, están limitadas por los filamentos nerviosos y vasos sanguíneos, que forman espacios triangulares, cuya base se dirige hacia el anillo exterior del iris, y cuyo vértice está dirigido hacia la pupila.   



Tomado del libro: "Curso de Medicina Natural en 40 Lecciones" del Dr. Eduardo Alfonso.     
                                            


                                                                                           

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